"No se cómo empezar, pero quiero agradecer a Dios por Su inmensa misericordia. Miro mi vida y no sé de tantas cosas que libraste por mí. Y puedo ver las que has librado a mi lado, pero no encuentro ningún recuerdo en donde Tú no hayas estado, así no lo supiera, ¡estabas allí! He sido bendecida con Tu amor y Tu presencia, la felicidad no se puede tocar, pero Tú tienes el poder de hacerme sentir feliz por fin. Gracias por todo lo que me has quitado del medio y gracias por lo que has permitido. Entender Tu soberanía ha sido un camino duro, pero no por Ti mi Señor... He sido yo terca y necia, pero Tú allí me has esperado siempre, leal y confiable. Solo Tú Señor me has sacado del valle de huesos secos." Ma. Claudia F.
0 Comentarios
|
AuthorMaría Claudia Falla ArchivesCategories |