Todos los seres humanos, incluídas nosotras las mujeres, tenemos muchos defectos y cometemos errores todos los días.
Pero hay algunos que mantenemos presentes en nuestra mente y en nuestro corazón. Esos nos quitan la tranquilidad y llegamos a pensar que quizá Dios no pueda perdonarnos.
Pues ¡Alégrate mujer! Una vez que has recibido a DIOS en tu corazón te conviertes inmediatamente en Su hija. Si tú reconoces de corazón tus pecados, te arrepientes de ellos y tienes el firme propósito de no volver a cometerlos, Él, con Su infinita misericordia, te perdona todo y lo deja en el pasado. Así es con Sus hijos, porque es un Padre de amor.
Después de perdonarte comienzas de cero con Él, no guarda rencor ni resentimientos hacía ti, puedes estar completamente segura de esto, no te culpes ni te desgastes más por el pasado…
¡sigue adelante, sé feliz y confía en Su palabra!
BEATRIZ ARIAS
Pero hay algunos que mantenemos presentes en nuestra mente y en nuestro corazón. Esos nos quitan la tranquilidad y llegamos a pensar que quizá Dios no pueda perdonarnos.
Pues ¡Alégrate mujer! Una vez que has recibido a DIOS en tu corazón te conviertes inmediatamente en Su hija. Si tú reconoces de corazón tus pecados, te arrepientes de ellos y tienes el firme propósito de no volver a cometerlos, Él, con Su infinita misericordia, te perdona todo y lo deja en el pasado. Así es con Sus hijos, porque es un Padre de amor.
Después de perdonarte comienzas de cero con Él, no guarda rencor ni resentimientos hacía ti, puedes estar completamente segura de esto, no te culpes ni te desgastes más por el pasado…
¡sigue adelante, sé feliz y confía en Su palabra!
BEATRIZ ARIAS