En medio de aprender cosas valiosas para mi vida, quiero compartirles algo: Hace un par días, estábamos en un parque en Fort Worth, esperando a que llegara la noche para ver los fuegos artificiales del 4 de julio.
Estando sentada en la grama, mi hija me tomó una foto y cuando me la muestra, con su carita de estar viendo algo bonito, me dice: "¡Mira mami!" Y yo, con cara de estar viendo algo feo, le dije: "Se me ve la barrigota que tengo"... entonces ella, con cara de "no comprendo mamí", me dice: "pues mamí, esa eres tú!"
Esto me hizo pensar en que nuestro comportamiento en las redes sociales es algo irreal, por no decir que tratamos de dar una imagen que no es... por no decir que mentimos y nos mentimos! Allí en las redes ponemos las fotos en las que nos vemos lo mejor posible, como si quisiéramos mostrar al mundo sólo lo que nos hace sentir bien o por lo menos
no tan mal... hablo por mí.
Pero la verdad es que la vida nos pasa, nos cuidemos o no, los años pasan su factura. Y ¡sí! mi hija tiene razón. ¡Esa soy yo! Tengo 47 años, sobrepeso, canas, arrugas, estrías, celulitis, y tantas cosas más que no debieran ser motivo de vergüenza sino de gratitud, pues todos esos años, han sido de gracia. Cada señal del tiempo hace parte de una vida construida y sostenida por y en el Señor.
Así que procuraré poner fotos sin filtro, de cuerpo completo y sin importar si es mi perfil o no... (De vez en cuando, jajajja )... sólo para recordarme que esa soy yo. Tan valiosa para Dios que cada día me sostiene con Su misericordia...
-Claudia Silva-