Cada que finaliza un año, me gusta hacer un balance y proyectar lo que viene... esta vez comenzaré con mi Gratitud al Señor por cada bendición recibida.
Creo que fue un año de muchas satisfacciones, metas alcanzadas, desafíos, aprendizajes, servicio y sueños...
Fue un año de comprender cuán importante es cultivar una vida de oración, y procurar cambiar pensamientos, actitudes, palabras, conductas y hábitos que no me hacen bien ni a mí,
ni a los míos.
Fue un año de confirmar que confiar en el Señor es lo mejor que puedo hacer! A Dios la gloria por todo lo que me permitió vivir en este 2019.
Fue un año para entender ¡cuán valiosa es la familia! !Los amo con el alma!
¿Y qué para el 2020?
A veces no se ve muy esperanzador el panorama de lo que viene, pero prefiero pensar en que mi esperanza es mi Dios.
Tengo nuevos retos, sueños, planes... claro que sí! Pero quiero pedir solo una cosa: que el Señor cumpla su propósito en mí!
¡Eso es lo que realmente quiero!
También pido perdón a Dios y a mi gente por los daños que causo queriendo o no... perdón! Espero seguir en las manos del Señor siendo moldeada por Él y así mismo estar a Su servicio!
Para este año, no deseo nada material... con lo básico que Dios promete, está bien para mí.
Sí anhelo mejorar en mi salud, pero si no mejoró, me basta la Gracia del SEÑOR!
Pido bendición para los de mi corazón, para el ministerio en el que servimos (para la PIB) para mi familia, amigos y hermanos en la fe!
Pido estar en las manos de mi Dios!!! Esas manos que me formaron, me salvaron, me restauraron, me sostienen, le levantan, me guían, me disciplinan, me protegen y obran cada día en mí con amor y misericordia!
¡Eso pido para este 2020!
Gracias a todos los que fueron como la Mano de Dios para mi vida y la de mi familia y pido al Señor que les bendiga en este 2020
como solo Él sabe hacerlo.
¡Un abrazo!
- Claudia Silva-
Creo que fue un año de muchas satisfacciones, metas alcanzadas, desafíos, aprendizajes, servicio y sueños...
Fue un año de comprender cuán importante es cultivar una vida de oración, y procurar cambiar pensamientos, actitudes, palabras, conductas y hábitos que no me hacen bien ni a mí,
ni a los míos.
Fue un año de confirmar que confiar en el Señor es lo mejor que puedo hacer! A Dios la gloria por todo lo que me permitió vivir en este 2019.
Fue un año para entender ¡cuán valiosa es la familia! !Los amo con el alma!
¿Y qué para el 2020?
A veces no se ve muy esperanzador el panorama de lo que viene, pero prefiero pensar en que mi esperanza es mi Dios.
Tengo nuevos retos, sueños, planes... claro que sí! Pero quiero pedir solo una cosa: que el Señor cumpla su propósito en mí!
¡Eso es lo que realmente quiero!
También pido perdón a Dios y a mi gente por los daños que causo queriendo o no... perdón! Espero seguir en las manos del Señor siendo moldeada por Él y así mismo estar a Su servicio!
Para este año, no deseo nada material... con lo básico que Dios promete, está bien para mí.
Sí anhelo mejorar en mi salud, pero si no mejoró, me basta la Gracia del SEÑOR!
Pido bendición para los de mi corazón, para el ministerio en el que servimos (para la PIB) para mi familia, amigos y hermanos en la fe!
Pido estar en las manos de mi Dios!!! Esas manos que me formaron, me salvaron, me restauraron, me sostienen, le levantan, me guían, me disciplinan, me protegen y obran cada día en mí con amor y misericordia!
¡Eso pido para este 2020!
Gracias a todos los que fueron como la Mano de Dios para mi vida y la de mi familia y pido al Señor que les bendiga en este 2020
como solo Él sabe hacerlo.
¡Un abrazo!
- Claudia Silva-